Los factores que más condicionan la obtención de un trabajo

A pesar de que la formación sigue siendo la variable que más influye la hora de conseguir empleo, existen otros muchos aspectos que contribuyen decisivamente a inclinar la balanza a favor (o en contra) de los profesionales. Te los presentamos. A estas alturas, no hace falta recordar que contar con una sólida preparación académica —y que sea acorde con el puesto de trabajo al que se aspira— constituye un requisito casi irrenunciable. No obstante, sería un error pensar que este requisito es una llave maestra. Sin ir más lejos, el Instituto Nacional de Estadística (INE) concluye que en España hay más de 8,4 millones de personas con una titulación superior que no trabajan. A su vez, un informe realizado por Randstad Professional afirma que el 14,5% de quienes cuentan con este nivel de formación está fuera del mercado laboral.

Y eso no es todo: el grado de ocupación de este grupo de población también varía en función de otros condicionantes: por ejemplo, la Comunidad Autónoma en la que resida. Así, Navarra, Euskadi y La Rioja son las regiones en las que a los titulados superiores les resulta más sencillo acceder a un empleo, ya que 9 de cada 10 personas que responden a esta característica trabaja, según el ya citado estudio de la ETT holandesa. En cualquier caso, no hay que perder de vista que esta zona son las que poseen las tasas de paro más bajas de España. Por el contrario, Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha, son las Autonomías en las que los titulados superiores lo tienen peor, puesto que en ella sólo trabajan 8 de cada 10 (lo que se traduce en un 20% de desempleados).

Otro de los aspectos que más incide en la búsqueda de empleo es el sexo, ya que el nivel de ocupación entre los titulados superiores es mayor en el caso de los hombres (87,1% versus el 84,1% de las mujeres. Esta tendencia se rompe únicamente en Cantabria y Extremadura, donde la tasa de tituladas superiores está por encima de los varones.

Sin embargo, estos porcentajes están a años luz de los que consiguen los profesionales con menos formación. Por ejemplo, entre aquellos que no han pasado de la ESO, la proporción de empleados se reduce a tan sólo el 66% en toda España (es decir: 1 de cada 3 personas que sólo poseen el título de Graduado Escolar o de Graduado en ESO están desempleados). La cifra es sensiblemente más alta en el caso de Navarra, La Rioja o Baleares, con cerca del 75% de titulados dentro de este sector de población. La otra cara de la moneda vuelve a ser Andalucía, Canarias y Extremadura, donde la proporción población de los graduados y graduadas en ESO que trabaja se sitúa en torno a 6 de 10.

Asimismo, el ya citado informe de Randstad también pone sobre la mesa otra evidencia: que los trabajadores con estudios superiores de mayor edad registran tasas de ocupación más elevadas que los jóvenes con la misma formación. En este sentido, el estudio apunta que 9 de cada 10 personas de 45 años o más tienen empleo. En cambio, esta proporción cae hasta el 73,1% entre los menores de 30 años.

Por otro lado, el mayor número de trabajadores con una titulación universitaria o de FP de Grado Superior se concentra en la franja de edad que va de los 30 a los 45 años. Una vez más, los hombres registran un porcentaje de ocupación más alto (88,4%, frente al 84,3% de las mujeres). Eso sí: a partir de los 45, la tasa de ocupación entre los titulados superiores es casi idéntica para ambos sexos.

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