¿Conoces las fases de un proceso de selección de personal?

A no ser que tengas algún conocido influyente en la empresa por la que deseas fichar, conseguir un empleo puede convertirse en una pequeña carrera de obstáculos. Para que no te pille desprevenido/a, se resumimos las etapas que tendrás que superar para convencer a los reclutadores de que eres la mejor opción. ¡Échales un vistazo! Como es sabido, los procesos de selección de personal tienen como objetivo evaluar las características y las circunstancias de todos aquellos candidatos que aspiran a un puesto de trabajo. El objetivo es muy claro: escoger a aquel que mejor se adapte al perfil profesional que requiere la empresa para cubrir la vacante en cuestión. Esto no siempre implica decantarse por el más preparado, sino por aquel que más se adecúe a las necesidades de la compañía.

A la hora de realizar esta selección, el proceso se divide en las cuatro fases siguientes:

  • Preselección

    La complicada situación que atraviesa el mercado laboral explica por qué el número de personas que se postulan para una oferta de empleo en concreto es cada vez más alto. Por eso, y para agilizar el proceso y hacerlo más manejable, los seleccionadores llevan a cabo una criba inicial, lo que ayudará a que sea más breve y menos costoso. El propósito es limitar el número de aspirantes para que realizar las pruebas de selección resulte más fácil de gestionar. El modo más recurrente para llevar a cabo esta preselección es la revisión del curriculum vitae de los aspirantes. Durante esta revisión, se descarta a aquellos candidatos que no cuenten con la formación o la experiencia exigida para el puesto de trabajo que desean ocupar. Sin duda, este proceso es complicado, ya  que existe el riesgo de dejar al margen a personas cuyos perfiles se adaptan a lo que la empresa precisa.

  • Realización de pruebas.

    Aquellos candidatos que hayan superado la fase anterior pueden ser convocados para llevar a cabo diversas pruebas de selección, que pueden ir precedidas de una entrevista preliminar para que la empresa tenga un primer contacto con los candidatos. Entre estos ejercicios, cabe citar los tests psicotécnicos, que sirven para conocer la personalidad y las aptitudes profesionales de los aspirantes, las pruebas profesionales ligadas al puesto de trabajo en cuestión, las pruebas de conocimientos (propias de las Administraciones públicas), las pruebas físicas y las pruebas grafológicas.

  • Entrevistas

    Los aspirantes que superen la fase precedente serán convocados para una entrevista personal, cuyo objetivo es validar la información recabada sobre los candidatos en las pruebas previas. Además, este encuentro también sirve para comunicar a los participantes del proceso algunos aspectos concretos de la plaza ofertada, tales como las tareas que deberán llevar a cabo, el sueldo, el horario o los beneficios sociales. Los tipos de entrevista que pueden realizarse son variados, ya que puede tratarse de entrevistas individuales, en grupo, en panel (con más de un entrevistador y un solo entrevistado), estructuradas o no (es decir, con guion y sin él), etc.

  • Fase final

    Tras las entrevistas, la empresa se enfrenta al momento de escoger a la persona que ocupará el puesto de trabajo ofertado, analizando para ello toda la información recabada en las fases precedentes, y de la manera más objetiva posible. Después de realizar la selección, muchas empresas llevan a cabo una revisión médica, y si la persona escogida la supera, se procederá a incorporarla a la plantilla, aunque es posible que su contrato laboral contemple un período de prueba de dos o tres meses.

Si quieres saber las claves para superar todas y cada una de estas fases, no dejes de seguir los consejos que te traemos cada viernes en Qué cursar. ¡Prepárate con nosotros para encontrar tu empleo ideal!

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