Cómo negociar la retribución en el trabajo
Negociar la retribución salarial en el trabajo puede llegar a ser algo incómodo y estresante. Muchas personas se dejan llevar por el tabú vigente a la hora de hablar de dinero y evitan tener este tipo de conversaciones, a pesar de creer merecer una mayor compensación por la calidad de su trabajo.
Por eso, cada vez más trabajadores se preocupan por tener la capacidad de negociar su retribución de forma natural y sensata. Para los profesionales de hoy en día, esto es crucial para poner en valor su trabajo, tanto en el momento de la entrevista como al revisar las condiciones de su contrato.
¿Cómo prepararte para negociar un aumento de sueldo?
Investiga y prepara la negociación
Antes de solicitar una reunión para negociar tu salario, es importante que comprendas si lo que vas a pedir es razonable. Para ello, debes investigar a fondo las condiciones de tu puesto, tanto en tu empresa como en otras. Compara también tu perfil con el de otros candidatos, pues puede que tú tengas más habilidades o experiencia. Es decir, en esta etapa, tu misión es recoger argumentos sólidos que te ayuden a defender tu postura durante la negociación.
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Establece objetivos claros
Una vez tengas claro qué tienes motivos para pedir un aumento de sueldo, establece unos objetivos claros a nivel personal. Durante la conversación con tu jefe, debes mostrar seguridad y eso lo puedes conseguir teniendo claro lo qué quieres y por qué lo quieres. Elige un rango salarial que creas que se adecua a tu valor como empleado y a tus necesidades financieras, con este número claro en mente, podrás negociar de forma más segura.
Tips para negociar un aumento de sueldo
Elige un buen momento
Tanto a nivel personal como profesional, es crucial el timing. Es decir, tienes que saber si es un buen momento para pedir un aumento de sueldo a nivel empresarial. Si la compañía está creciendo y los beneficios han superado a los del año anterior, seguramente sea un indicativo de que puedes proponer una mayor compensación por tu trabajo. No obstante, si acabáis de salir de una crisis financiera y la organización está viviendo algún tipo de cambio, ya sea directivo u de otro tipo, quizá sea buena idea esperar a que se calme el ambiente.
Del mismo modo, no debes olvidar que tus jefes son personas. Intenta acordar una reunión en un momento que les convenga a ellos o ellas también. Al final, no deja de ser una negociación y deben poder preparar sus argumentos igual que tú.
Destaca tus logros
Tus argumentos no se pueden basar únicamente en que otra persona cobra más que tú, sino que debes saber ponerte en valor. Destaca tus logros y habilidades, clientes que hayas conseguido para la empresa o conflictos que hayas solucionado de forma resolutiva. El punto es demostrar tu valor como empleado y cómo tu trabajo beneficia a la compañía.
Muestra flexibilidad
Aunque tengas unos objetivos claros, debes saber ser flexible. Puede que la empresa no esté preparada para darte lo que necesitas en ese momento, pero eso no quiere decir que no escuchen tus argumentos. Quizá puedas pactar una revisión salarial en un plazo determinado de tiempo o puedan retribuir tu trabajo con otro tipo de compensación más allá de lo económico: cursos pagados, seguro médico, plan de pensiones, etc.
En resumen, una negociación de la retribución en el trabajo no deja de ser una conversación y, para lograr que sea exitosa, debes poner en práctica lo que harías en cualquier tipo de comunicación: escucha activamente, expón tus argumentos con serenidad y sé flexible. Si haces esas tres cosas, estamos seguros de que conseguirás un aumento de sueldo.
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