Que es la neurodidactica

La neurociencia aplicada al ámbito de la pedagogía y la educación ofrece respuestas importantes. La innovación crea nuevas experiencias en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Las investigaciones desarrolladas en el campo de la neurodidáctica conducen en esta dirección. Dicha disciplina analiza la cuestión para desarrollar estrategias que motiven a los alumnos en clase. El tiempo de estudio está directamente vinculado con la emoción.

¿En qué consiste la neurodidáctica?

Existen ingredientes que resultan poco agradables como, por ejemplo, la frustración y el estrés frecuente. La ilusión, la alegría y la curiosidad, por el contrario, refuerzan el interés por actividades que despiertan la implicación de los estudiantes. Cómo se siente una persona ante un nuevo reto, influye de forma evidente en su manera de afrontarlo.

De hecho, una dificultad parece más sencilla cuando se percibe desde la motivación interna. Los alumnos no solo se relacionan con términos y conceptos de diversas asignaturas, sino también con sus emociones y sentimientos. Por ello, conviene integrarlos de forma consciente durante el proceso de enseñanza y aprendizaje. La materia indicada ofrece recursos y herramientas para que los docentes planifiquen sus clases de forma eficiente.

Las emociones y sentimientos, durante el periodo de formación, influyen en el plano de la acción. Por ejemplo, cuando un alumno se frustra con una actividad, se desmotiva. Si experimenta ilusión, por el contrario, se implica todavía más.

Beneficios de la neurodidáctica

 Una propuesta que rompe con un enfoque muy extendido

Es esencial que el alumno actúe como el verdadero protagonista de su propio proceso de descubrimiento de la realidad. La neurodidáctica crea el contexto propicio para impulsar la autonomía, la curiosidad, el desarrollo de habilidades, la atención y la concentración. Pone en el centro a la persona. Una propuesta que va más allá de la imagen tradicional de un alumnado que, principalmente, escucha como oyente la lección impartida por el profesor.

Atención a las necesidades individuales

La reflexión en torno al proceso de enseñanza y aprendizaje también se concreta en el valor de la personalización. Un grupo está formado por personas con intereses y expectativas diferentes. Cada alumno tiene su propio ritmo y su evolución no parte de la comparación con los demás. Experimenta un proceso a lo largo del que logra nuevos objetivos. Y es recomendable que se sienta cómodo para avanzar.

Las metas realizadas están directamente vinculadas con la exploración y la interacción con el contexto. El ritmo es un concepto que no solo puede hacer referencia a la realidad personal, sino a la planificación de una clase. Conviene crear dinámicas diferentes para reforzar la motivación.

Generar expectación

Previamente hemos comentado que las emociones agradables deben integrarse en el aprendizaje. La sorpresa es uno de los ingredientes que consigue atraer el interés del alumnado. La expectación producida por un hecho concreto rompe con lo previsible y estimula el cerebro.

Impulsar el talento

Las habilidades, intereses y gustos personales de cada ser humano son únicos. La neurodidáctica potencia el talento de forma individual.

 

Las aportaciones de la neurodidáctica al campo de la pedagogía son muy relevantes en la actualidad. Si estudias un curso, máster o postgrado verás como se va introduciendo la neurodidáctica.

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