10 trucos para mantener tu empresa a flote
El 2012 se cerró con 50.000 autónomos menos en España, uno de los colectivos más castigados por la crisis económica. Si ésta es tu situación, sigue leyendo.
Trabajadores por cuenta propia, pymes… Muchos de ellos están siendo especialmente vulnerables a la situación actual, ya que tienen menos margen de maniobra y recursos más limitados. De ahí que debamos ser más que cuidadosos en la gestión empresarial. Si tú también tienes un negocio y estás contra las cuerdas, te traemos consejos que te ayudarán a salir airoso/a del trance.
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Busca la raíz del problema y ponle remedio.
Los frentes abiertos son diversos: descenso de las ventas o del número de clientes, pérdidas económicas… Analiza las causas y, en la mayor brevedad posible, adopta las medidas necesarias para dar un golpe de timón al rumbo de tu empresa. No esperes a que la bola de nieve se haga más grande: ataja el problema cuanto antes.
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Analiza si tu producto o servicio es adecuado.
Los gustos y las demandas del mercado cambian a un ritmo frenético. Y no sólo nos referimos a los hábitos de consumo, sino también a sus preferencias en cuanto a la publicidad. Piensa si tus planteamientos son anticuados y, en ese caso, piensa cómo solucionarlo.
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Conoce a tus clientes.
Si no puedes permitirte un estudio de mercado, aprovecha las redes sociales para acercarte a tus consumidores y dialogar con ellos: conócelos, analiza qué necesitan y cuánto están dispuesto a gastar, y estudia las fórmulas más adecuadas para satisfacer sus necesidades.
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Déjate aconsejar.
Aunque la empresa sea tuya, recuerda que nadie tiene la verdad absoluta. No desprecies ninguna opinión, aunque venga de fuera, y muéstrate dialogante y receptivo ante nuevas ideas para tu negocio. Los casos de éxito de otras pymes suelen ser una magnífica fuente de ideas.
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Prescinde de lo que no necesites.
Oficinas o almacenes vacíos, pagar dietas a quienes no efectúan desplazamientos, teléfonos de empresa inútiles… Los gastos superfluos deben ser tu prioridad a la hora de recortar.
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Replantéate tu estrategia de negocio.
Si ves que algo no funciona, ponte manos a la obra: desde una modernización de tu establecimiento a una adaptación de tus productos a las necesidades de mercado, tu empresa puede necesitar un lavado de cara.
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Externaliza servicios.
Recurrir a colaboradores freelance que puedan trabajar desde su propia casa puede ser una opción cuando los recursos no dan para contratar en plantilla a un nuevo trabajador.
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Lanza promociones ofertas e interesantes.
Date a conocer a través de reclamos interesantes. ¡No falla!
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Mima la comunicación corporativa.
Si has hecho alguna inversión o has cerrado un acuerdo comercial, debes difundir la noticia para mejorar la reputación corporativa de tu empresa. Si no cuentas con un gabinete de comunicación o de marketing, las redes sociales te pueden ayudar a salir al paso.
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Cuida de tu reputación online.
A través de tu página web, las redes sociales, los blogs… Si ves que la Red aún tiene misterios para ti, recuerda que hay cursos que te ayudarán.
