Mujeres en cargos gerenciales: beneficios para la empresa

Para nadie es un secreto que tanto en la sociedad como en algunas organizaciones la mujer es aún considerada como el “sexo débil”. Esto en muchas ocasiones se refleja en salarios inferiores a los de los hombres, e incluso en la dificultad para alcanzar posiciones de mayor responsabilidad y liderazgo.

Algunos consideran que la maternidad o la vida familiar las puede limitar con su compromiso y toma de decisiones en la empresa; sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad. Hoy en día cada vez se encuentran más mujeres en el mercado laboral, hombro a hombro con sus pares masculinos, con el objetivo de llevar adelante a las corporaciones para brindar mejores productos y servicios a los clientes y consumidores.

Beneficios tangibles

Las ventajas de sumar mujeres a la gerencia empresarial están comprobadas. En un estudio realizado por la consultora McKinsey se demostró que las empresas con mujeres en cargos directivos generan un beneficio bruto superior en un 47.6%, en comparación con aquellas que tienen a hombres en los altos rangos. La investigación se llevó a cabo en 303 grandes compañías de América Latina.

Las mujeres se destacan por sus características intrínsecas como la intuición, empatía, versatilidad y comunicación en los ambientes de trabajo. Estos atributos que demuestran en sus relaciones interpersonales, también van ligados a sus responsabilidades y compromisos laborales. Aquellas empresas que las toman en cuenta para los cargos directivos, sin duda tendrán un mejor ambiente laboral y una mayor productividad a largo plazo.

Versatilidad femenina

En la actualidad, toda mujer tiene la capacidad de realizar diversas tareas con versatilidad; esto es lo que las hace “multitasking” y repercute positivamente en el control y seguimiento de las asignaciones laborales. Existen algunos otros atributos que hacen de las mujeres mejores gerentes.

• Comunicación. La expresión de las ideas y emociones es prácticamente una necesidad. Esto hace que tengan mejores relaciones con sus superiores y subordinados. En este aspecto los hombres son más reservados.
Resolución de conflictos. Al igual que en el ámbito personal, por lo general buscan la manera de conciliar y garantizar que exista un buen ambiente laboral. No se limitan a ignorar lo que sucede en su entorno, sino que se convierten en agentes de cambio al procurar el bienestar de todos los involucrados.
Empatía. Muchas mujeres generan confianza en sus compañeros de trabajo, tienen la capacidad de escuchar y apoyar a los demás en todo aquello que necesiten. De igual manera, poseen una habilidad especial para pedir la colaboración de quienes las rodean para el cumplimiento de las asignaciones y el logro de los objetivos planteados.
• Trabajo en equipo. La meta que persiguen es crear entornos de trabajo participativos, a diferencia de los hombres, que muchas veces van más orientados al logro, éxito y al trabajo individual. Ellas fomentan las ideas compartidas y la creatividad, lo que genera una mayor cohesión en todos los responsables de un objetivo común.

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