¿Cómo influye la imagen personal en el campo laboral?

Las oportunidades pueden abrirse o perderse dependiendo de la cara que se muestre a los demás. En una organización, la decisión de vestirse para un rol de jerarquía, aunque no se haya llegado hasta ese escalón en la carrera profesional, es una muestra para los superiores del respeto a la compañía y al cargo que se ejerce.

Una buena primera impresión puede reflejar personalidad, carácter, confianza, e incluso las ambiciones en el ámbito laboral. Sin embargo, la apariencia es más que una imagen visual. La integralidad es clave en este aspecto y viene dada por la actitud, el comportamiento, los gestos y el compromiso de cada persona; todo esto en conjunto configura su identidad ante la corporación.

Vestimenta apropiada

Dependiendo de puesto que se ocupa y la naturaleza de la empresa, se recomienda seguir ciertos códigos.

1. Atuendo femenino. Por lo general, se utiliza un traje de chaqueta, con una blusa o camisa, acompañadas de falda o pantalón. Los zapatos de medio tacón son los más favorecedores, preferiblemente cerrados, o con un estilo “peep toe”. Un maquillaje suave y accesorios discretos son los complementos perfectos para dar el toque final. Lo recomendable es que la comodidad sea la premisa.

2. Atuendo masculino. La chaqueta y corbata son los clásicos, aunque actualmente el estilo ha variado al casual o sport. Colores, tejidos y diseños en corbatas se mezclan para dar un carácter menos sobrio al look de los caballeros. Los calzados de cordones o mocasines se pueden complementar con gemelos y un detalle adicional, como un pañuelo en la chaqueta.

Reglas maleables

A pesar de que el tipo de vestuario muchas veces se especifica en el reglamento de cada empresa, es importante compaginar las normas establecidas con el tipo de trabajo que se realiza, además del estilo personal. Muchas veces, un outfit clásico puede ser una muestra de rigidez o poca flexibilidad, mientras que un look casual denota cierta ligereza. La decisión final la tendrá la persona, independientemente de las recomendaciones que existan en los manuales.

Un factor clave en la imagen personal es que no tiene sentido cuidar el vestuario si eso no va acompañado de una buena actitud, un tono de voz adecuado y la demostración tanto de los conocimientos, como de la experticia y experiencia en cada una de las actividades que se realizan. El liderazgo no se limita a la selección adecuada de los trajes. La expresión corporal, la cortesía y la manera de dirigirse a los superiores, serán un reflejo de los valores con los que viene la persona, y una muestra de lo que puede aportar en la empresa.

Respeto y cortesía

Una vez que se define la carta de presentación en cuanto a la vestimenta, vale la pena analizar el comportamiento dentro de las instalaciones. De acuerdo con el protocolo, al dirigirse a una persona con un grado académico mayor o de generaciones previas, lo recomendable es hacerlo de “usted”, a menos que el interlocutor solicite lo contrario. Por otra parte, el abuso en la gesticulación o movimiento de las manos al momento de hablar, puede denotar impaciencia, mientras que lo contrario, en ocasiones es confundido con apatía. La recomendación es encontrar un justo equilibrio, de acuerdo con el ambiente organizacional y sin coartar la propia personalidad.

La imagen de cada miembro de la organización, desde el personal de seguridad y recepcionistas, hasta la junta directiva, será clave en la confianza que se genere ante clientes potenciales, socios, colaboradores y nuevos talentos, entre otros grupos. Más allá de la productividad o casos de éxito de una empresa, está el aspecto humano, como el saludo, el trato entre los miembros de la organización y el cuidado a los detalles.

Vincular los objetivos con la imagen, “vestirse” para lo que se desea alcanzar, es una muestra clara de la visión y proyección hacia las metas, además de un valor agregado que brinda ventajas competitivas para generar nuevas oportunidades estratégicas y de negocios.

Compartir artículo

Artículos relacionados

¿Aún no lo tienes claro? Te asesoramos!