Beneficios del hacking ético

La seguridad en los servidores de las empresas requiere de una evaluación permanente. Dependiendo del tipo de negocio o industria, se correrá un mayor o menor riesgo de ser víctima de ataques informáticos. El hacking ético constituye una herramienta moderna de prevención y protección de datos, para evitar fugas de información y por consiguiente, el riesgo de afectar la reputación y credibilidad de la organización. Durante su ejecución se realizan pruebas en sistemas, redes y dispositivos electrónicos.

Las industrias más buscadas por los hackers son las del sector financiero. Sin embargo, por ser un blanco seguro, por lo general están fortalecidas. Lamentablemente, los usuarios son quienes muchas veces caen como víctimas de los ataques. Por otra parte, el espionaje industrial es otra constante, a través de la búsqueda de los puntos débiles de la competencia. Los sistemas gubernamentales merecen un apartado especial en esta materia, puesto que por sus características e importancia constantemente son víctimas de grupos organizados.

¿Consultores o delincuentes?

Aunque la palabra hacker está en boca de todos hoy en día, es importante diferenciar las dos categorías principales, los white hat y los black hat. Los primeros, conocidos como hackers éticos, se encargan de evaluar la seguridad de las empresas para prevenir ataques. Los segundos son aquellos que buscan atacar las vulnerabilidades de las organizaciones para sacar provecho personal, económico, político o estratégico. Los llamados delincuentes informáticos muchas veces solo desean poner a prueba sus destrezas y habilidades técnicas, así como sus capacidades para cometer actos fraudulentos y dañinos.

Cuando una empresa decide analizar sus sistemas con los consultores de seguridad o white hat hackers, se realizan evaluaciones controladas en los sistemas informáticos con la misma metodología que utilizaría un intruso. Existe un debate ético en este sentido; la interrogante más común es si entrenar a una persona para pensar como un criminal cibernético potencial no arriesga la seguridad de la empresa. Lo importante en estos casos es que la información obtenida durante las pruebas realizadas se mantenga bajo estricta confidencialidad, previo acuerdo por escrito.

Al momento de hacer la elección de quiénes ejecutarán la evaluación, surge la duda de si debe ser el personal interno o una empresa especializada. Esto dependerá del tipo de organización y de los objetivos que se persiguen con la metodología planteada. Sin embargo, una consultoría externa ofrece múltiples ventajas, puesto que quien se encargue de realizarla tendrá la posibilidad de ver el panorama desde sus distintas aristas, sin juicios de valor personales previos a la revisión.

Evaluación constante

Los análisis sin duda alguna mejoran la seguridad del negocio y facilitan la preparación frente a posibles ataques por parte de intrusos informáticos. Lo recomendable es hacer las pruebas con cierta periodicidad como medida preventiva, cada vez que se procesen cambios de software, hardware o infraestructura tecnológica, así como cambio de personal, puesto que si los analistas forman parte de la nómina de la empresa, puede que por venganza o diversión busquen la manera de vulnerar la seguridad de los servidores una vez que dejan de formar parte de la organización.

El hacking ético es una herramienta moderna para resguardar y fortalecer a las organizaciones y corporaciones. La acción de posibles intrusos no puede tomarse a la ligera; es importante que todos los actores del ciberespacio sin importar edad, profesión o actividad económica tomen conciencia de las posibles amenazas, para protegerse de los riesgos que se esconden en la red.

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