5 puntos débiles que puedes revelar en una entrevista de trabajo
“Dime tres defectos tuyos o tres aspectos que deberías mejorar”. Esta pregunta, tan habitual como temida, puede echar por tierra las opciones de cualquier aspirante de seguir adelante en un proceso de selección. De ahí la importancia de preparar la respuesta a conciencia. Para que puedas superar con nota este trámite, te traemos cinco sugerencias que pueden ayudarte. ¡Presta atención!
Evidentemente, nadie es perfecto: a nadie se le escapa que el profesional más brillante tiene también su talón de Aquiles. Y eso es precisamente lo que tratan de discernir los reclutadores en las entrevistas de trabajo: descubrir de qué pie cojean quienes desean entrar en la empresa y, al mismo tiempo, evaluar la capacidad de autocrítica de los candidatos.
Por eso, si tienes una entrevista en breve, debes tener en cuenta que el cuestionario puede incluir alguna pregunta relacionada con tus defectos. Evita que te pillen desprevenido/a: para ello, acude a la cita con los deberes hechos, analizando qué defectos no restarán puntos a tu candidatura (e incluso, la beneficiarán).
Aunque tú tienes la última palabra, aquí te traemos cinco posible respuestas con las que seguramente lograrás salir airoso/a del trámite. Las sugerencias, recogidas en el sitio web Business Insider son de la experta en desarrollo profesional Heather Huhman. Presta atención:
1) “Antes trabajaba sin planificar demasiado las cosas, pero ahora me estoy volviendo mucho más organizado/a.” El orden en tu día a día laboral es una cualidad muy valorada por las empresas. De ahí la importancia que estés esforzándote para mejorar en este terreno. Para dar credibilidad a tu explicación, detalla el método de organización que has comenzado a aplicar. En cualquier caso, no hay que perder de vista que las personas creativas suelen desenvolver bien en el caos, por lo que los errores de planificación pueden ser un mal menor en el caso de que la plaza a la que aspiras se enmarque en sectores que exijan originalidad e imaginación (por ejemplo, el departamento creativo de una agencia de publicidad).
2) “Anteriormente entregaba mis informes en la fecha límite, pero cada vez los envío con más antelación.” La puntualidad es un rasgo indispensable para el desempeño de cualquier función. Por eso, el/la reclutador/a quiere cerciorarse que eres cumplidor y que no dejarás a la empresa en mal lugar entregando proyectos fuera de plazo. Si subrayas que te preocupas por dejar un margen de seguridad, ten por seguro que ganarás enteros a ojos del seleccionador. Eso sí: jamás digas que tu defecto consiste en no acabar las cosas a tiempo.
3) “Suelo trabajar en un único proyecto a la vez, pero cada vez puedo atender más tareas simultáneamente y obtener mejores resultados.” Una tendencia innegable es que las empresas tienden a decantarse por los candidatos más versátiles y flexibles, capaces de asumir proyectos de diversas características al mismo tiempo. Para reforzar tu argumento, no dudes en explicar cómo has empezado a organizarte para llegar a todo. Y lo más importante: lograr que el resultado sea satisfactorio. Recuerda: ¡lo multitasking vende!
4) “Antes invertía demasiado tiempo en los proyectos, pero ahora confío más en mis propias decisiones y me estoy volviendo más eficiente.” Con esta respuesta pones sobre la mesa muchos aspectos positivos, entre los que destacan las ganas de mejorar, la autonomía y la preocupación por optimizar los tiempos de trabajo. ¿Qué más se puede pedir?
5) “Los proyectos nuevos me apasionaban, y sin darme cuenta, me sobrecargaba. Ahora conozco mejor mis límites y asumo el trabajo de manera más racional”. Esta reflexión deja entrever tu buena disposición a la hora de asumir nuevos retos y, sobre todo, que sabes priorizar y decir que no cuando conviene.
Y un último consejo: a la hora de elegir tus argumentos, procura que éstos se adecúen a la verdad, ya que los seleccionadores tienen los medios para descubrir si has maquillado o adornado en exceso algunas de las situaciones que estás explicando.
¡Suerte!
