¿Te agobia el trabajo? 10 trucos para plantar cara al estrés

¿Debes acabar un proyecto en breve y apenas tienes margen de maniobra? ¿Tus compañeros de trabajo o tus jefes te sacan de tus casillas? ¿Las tilas empiezan a sustituir a los cafés? Si has contestado afirmativamente a alguna de estas preguntas, hoy estás de suerte: ¡prepárate para aprender a domar el estrés!

Aunque pueda parecer una paradoja, estar en estado de alerta es totalmente necesario para nuestra vida diaria. De hecho, hay veces en las que necesitamos tener nuestros sentidos y facultades al 100% para rendir al máximo y conseguir los resultados esperados en una determinada situación: por ejemplo, en un examen, en una entrevista de trabajo, en una carrera de fondo… Este nerviosismo puntual recibe el nombre de estrés agudo o, como se le conoce popularmente, estrés bueno.

No obstante, cuando esta sensación deja de ser transitoria y se convierte en un malestar permanente, hablamos de distrés o estrés malo: un estado anímico que no sólo afecta negativamente a nuestro rendimiento laboral, sino también a nuestra salud física y mental. Para combatirlo, presta atención a estas 10 claves:

  1. Identifica a tu enemigo.

    Llega el momento de preguntarte qué es lo que realmente te estresa y qué síntomas te provoca: irritabilidad, ganas de llorar, mal humor, tensión muscular, etc.

  2. Prioriza.

    Dedica el tiempo que necesites para analizar qué tareas son realmente urgentes y cuáles pueden esperar. Y sobre todo, ¡ten en cuenta que no podemos llegar a todo!

  3. No sobrevalores los problemas.

    Dales la importancia que realmente tienen, sin magnificarlos. Aprovecha para trabajar la autoestima, y convencerte a ti mismo/a de que eres capaz de superarlos.

  4. Toma decisiones.

    No tengas miedo: será la única manera de vencer aquellas situaciones que nos bloquean.

  5. Equivocarse es humano.

    Todos cometemos errores: asume que eso es algo que puede ocurrir en cualquier proyecto. No te obsesiones con la perfección.

  6. Relájate.

    A veces, hay que aprender a levantar el pie del acelerador antes de chocar contra el árbol más cercano. Además, piensa que hay situaciones que nos obstaculizan pero que no dependen de vosotros (por ejemplo, que un cliente no te envíe una información que necesitas para empezar a trabajar).

  7. Pide ayuda.

    Si ves que no llegas, aparca el orgullo y lanza un SOS. ¡Peor será incumplir los plazos que te han marcado! Y si te falta formación para asumir una responsabilidad, nunca es tarde para hacer autocrítica y apuntarse a los cursos que necesitamos en nuestro trabajo.

  8. Aprende a decir no.

    No ceder por sistema no significa ser un mal profesional, sino hacernos respetar y hacer valer nuestro criterio profesional.

  9. Mejora tu relación con los compañeros.

    Compartir un comentario divertido puede ayudarte a relajar el ambiente de trabajo. ¡Inténtalo!

  10. Cuida de tu salud.

    Duerme un mínimo de 8 horas diarias, practica ejercicio físico moderado y haz alguna actividad de relajación.

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