¿Qué es eso de tener competencias?

Todos te dijeron que con un título debajo del brazo te ibas a comer el mundo. Bueno. No es que fuera mentira. Es que no te contaron toda la verdad. Te hace falta también demostrar que eres una persona. Y que no te da miedo tratar con otros de tu especie. ¿Cómo se consigue eso?

Las empresas y los empleadores piden cada vez más que un banco. Que si estudios certificados, que si curso de especialización, que si experiencia demostrable de cuatro lustros, referencias, etc. Ser el candidato perfecto a veces nos hace olvidar una cosa: somos personas, y trabajamos con más personas. Necesitamos tener capacidades y habilidades para que la relación productiva y personal llegue a buen puerto.

Por mucho que seas un crack en tu trabajo, el mejor de tu promoción, si no colaboras con los demás, tu “éxito” se esfumará en dos días. Cuando hablamos de competencias, no estamos hablando de tener enemigos a los que vencer, de competidores. Es algo más a nivel “personal”: nos referimos a cualidades que demuestren que sabes hacerte valer en tu entorno de trabajo.

¿Qué es eso de tener competencias personales?

No son “piques” contigo mismo. Son habilidades que dependen esencialmente de nosotros mismos. Algunas las habrás podido desarrollar a lo largo de tu formación: los trabajos en grupo, las exposiciones delante de la clase, por ejemplo, servían para mucho más que para aprobar una asignatura. Éstas y otras actividades, nos sirvieron y sirven para desarrollar nuestro potencial. ¿Para qué?

  • Para saber tomar decisiones
  • Para pensar de forma estratégica: entender el problema en toda su dimensión
  • Para saberlo todo sobre el tema del que va tu proyecto, o tu trabajo en general
  • Para ser un buen negociador
  • Para aprender a sentir pasión por lo que haces

¿Qué es eso de tener competencias sociales?

Tampoco va de hacer “competis” de mus con los colegas. Aprender a ser “social” o más “social” es algo complicado, pero que también se experimenta en la etapa educativa. Y es que es imposible encontrarse un caso de alguien que trabaje solo. Porque incluso el autónomo tiene clientes y contrata servicios para que su trabajo sea útil y dé dinero.

No se trata de cantar “yo quiero tener un millón de amigos”, pero sí de tener capacidad de comunicación es imprescindible en el juego de cualquier negociación u objetivo. Comunicación con “los aliados”, con el equipo, con los superiores; y también con clientes, proveedores, instituciones y todos aquellos públicos sobre los que nuestro trabajo pueda tener algún efecto.

¿Y con las competencias ya tenemos bastante para ser los mejores?

Formación, competencias, capacidades, habilidades, y también valores. Y seguro que aún nos dejamos algo más. Los valores de las empresas se crean a partir de los valores de los profesionales que trabajan en ellos. Por eso se buscan personas honestas, íntegras y con motivaciones para llegar más lejos.

Ser humilde, constante y optimista también te hará ganar puntos a nivel laboral. Saber enfrentarse tanto al fracaso como al éxito, ir superando retos que nos lleven al “buen camino” profesional, tener curiosidad “sana” y querer aprender del talento, y cultivar un buen sentido del humor.

No existe un apartado en tu CV en el que debas listar “Competencias personales” y “Competencias sociales”. Son aspectos que el entrevistador apreciará en ti durante el proceso de selección, y que no podrás maquillar o falsear. Pero sí reforzar y mejorar a través de tus experiencias de formación, de tu vida como trabajador, y, también, de tu vida personal.

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