Funcionario en la empresa privada

Cuando un funcionario se pasa a la empresa privada, en la mayoría de los casos lo hace por un buen puesto. La imagen que tenemos del funcionario sentado durante años en la misma silla, escondiéndose de sus tareas, no sólo no es realidad, sino que es todo lo contrario de lo que ven los empleadores de las empresas privadas.

Para ser funcionario, para conseguir esa plaza por la que se pelean miles de personas, el opositor necesita tres cosas que son altamente valoradas por las empresas privadas: alto nivel de formación, disciplina constante, capacidad de estudio, concentración y afán de superación personal. Consultoras, entidades financieras y despachos de abogados son las empresas que más se fijan en opositores y funcionarios.

Si bien a nivel económico no se nota demasiado la diferencia, los opositores consiguen mejorar su carrera profesional y ascender más rápidamente que el resto. Aunque no están al 100% preparados: fallan en idiomas. Y por eso es recomendable que, si quieren mejorar aún más su carrera, apuesten por el aprendizaje, sobre todo, de inglés.

Acabar en la empresa privada es la opción ideal para muchos opositores que, tras tiempo de estudio y con una formación y experiencia anterior a nivel medio y alto, no quieren seguirse viendo “frustrados”. Entonces deciden volver a la búsqueda activa de empleo. Y, en muchos casos, lo hacen con éxito.

Compartir artículo

Artículos relacionados

¿Aún no lo tienes claro? Te asesoramos!