Busco mi primer empleo… y tengo más de 40 años

La difícil situación económica que atraviesan muchos hogares empieza a reflejarse en las oficinas del antiguo INEM. De hecho, cada vez son más las mujeres de mediana edad que demandan su primer trabajo. Ahora bien, ¿están preparadas para ello?
Sin lugar a dudas, su perfil no es el más favorable a la hora de conseguir un empleo: por regla general, la mayoría de mujeres mayores de 40 años son amas de casa con una formación muy limitada, carece de experiencia laboral y, además, debe hacer frente a responsabilidades familiares compartidas. Esta última circunstancias les impide optar a empleos alejados de sus domicilios o ciudades, lo que limita aún más sus ya de por sí remotas posibilidades de éxito.
Además, la nueva reforma laboral, aprobada por el Gobierno el pasado mes de febrero, no contempla ninguna medida para ayudar a incorporar a este colectivo (especialmente vulnerable) al mercado de trabajo.

La decisión de estas amas de casa, lejos de ser un objetivo profesional, responde a las estrecheces económicas en el hogar, motivadas porque sus respectivas parejas están en el paro, o bien han sufrido recortes salariales en su empresa. En algunos casos, se trata de mujeres que viven en hogares en los que no entra ningún tipo de ingresos. Asimismo, muchas de ellas tienen que afrontar otras circunstancias complicadas, como la reunificación familiar (es decir, el regreso de los hijos a casa de los padres tras haberse quedado sin empleo).

En la actualidad, se calcula que en nuestro país cerca de 40.300 personas de más de 40 años buscan su primer trabajo. De éstas, la inmensa mayoría (33.900, o lo que es lo mismo, 5 de cada 6) son mujeres. Este porcentaje es aún más elevado entre los 2.200 españoles de entre 60 y 64 años sin experiencia que aspiran a acceder al mercado laboral, donde 2.100 (es decir, el 95%) son mujeres.
En cualquier caso, todas ellas se enfrentan a un tremendo desafío: conseguir empleo sin formación ni experiencia y poca disponibilidad a la hora de realizar desplazamientos. Todo ello en el marco de un mercado laboral totalmente colapsado que aún no ha tocado fondo, y del que se espera que se destruyan 600.000 puestos de trabajo en los meses venideros.

Aunque el reto es realmente difícil, mejorar la formación mediante cursos de FP o la obtención de un título oficial (como el de graduado en ESO) se convierte en un paso imprescindible para aquellas mujeres que necesitan conseguir urgentemente su primer empleo.

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