Oposiciones: ¿alguien sabe cómo va esto?

Todo el mundo sabe que quiere ser funcionario porque entiende que tendrá un trabajo para toda la vida, un horario sacado de un cuento de hadas, etc. Pero la mayoría no tiene ni idea de cómo funciona esto de las oposiciones. Tienes que presentarte a un examen: «sí»; tienes que aprobarlo: «sí»; existen unas convocatorias que pueden ser de muchos tipos: «¿ah sí?». Antes de ponerte a estudiar, es justo que conozcas cómo está montado todo y qué vas a tener que hacer.

Tú has estudiado durante varios meses y quieres saber cuándo te vas a poder presentar al examen. Tienes que estar atento al Boletín Oficial del Estado (BOE) o al Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para enterarte de cuándo van a ser los exámenes, o mejor dicho, de cuál va a ser la oferta de plazas que haga la institución correspondiente. Seguramente, si estás estudiando de la mano de algún centro profesional que te ayude a preparar los exámenes, ellos estarán al tanto de todo y te avisarán al momento.

Una vez se realiza la convocatoria de plazas, podrás saber también cuáles van a ser las condiciones y cómo va a funcionar la distribución de plazas. Por ejemplo:

  • Un porcentaje puede estar destinado a la promoción interna de los que ya son funcionarios y quieren optar a esa plaza (la promoción es algo muy común en las oposiciones).
  • Otro porcentaje va a destinarse a todos los que han estado estudiando el temario y quieren presentarse al examen.
  • Siempre hay un último porcentaje de plazas reservado para las personas que sufren alguna discapacidad y quieren ser funcionarios (mínimo el 5%).

A partir del día siguiente de hacerse pública la convocatoria, se abre un periodo de veinte días para presentar todas las instancias de los que quieren optar a alguna de las plazas que se ponen a disposición de los ciudadanos. La instancia es el proceso por el cual nos inscribimos para poder realizar el/los exámenes para ser funcionarios y facilitamos todos los documentos que se solicitan en la convocatoria pública. Es aquí donde tienes que estar más atento, porque una vez se cierre este plazo, ya tendrás que esperar a la siguiente convocatoria de plazas, y no sabrás cuando será.

Piensa que una vez cerrado el periodo para las instancias, pasan unos tres o cuatro meses hasta que aparecen las listas provisionales de las personas que en principio van a optar a las plazas. En estas listas aparecen todas aquellas personas que presentaron la instancia, y se indica quiénes se han inscrito correctamente y quiénes no (por falta de documentación, por ejemplo, o por un error en tus datos). Revisar esta lista es esencial, si crees que te has quedado fuera por algún fallo que se puede corregir, sólo tendrás unos días para solucionarlo.

Fíjate que comentamos que entre la convocatoria pública y la publicación de las listas provisionales pasan unos meses. Así que si llega el periodo de instancias y no tienes todo el temario aprendido, vas a tener aún algo de tiempo más para terminar de estudiarlo. No dejes de apuntarte por eso.
Cuando las listas provisionales están definidas, y el organismo que oferta las plazas ha comprobado el perfil de todos los candidatos y ha decidido quién va a poder presentarse al examen, se confeccionan las listas definitivas (tardan dos meses a tenerlas y hacerlas públicas). En estas listas aparecerá la fecha de tu primer examen.

Una vez hecho todo esto, sólo falta que hagas el examen, lo apruebes y te confirmen que tienes tu sitio en la Administración Pública. Parece un proceso complicado o un poco engorroso, pero lo cierto es que si te preparas bien y lo estudias todo, no tienes por qué tener dificultades para conseguir tu plaza. Piensa que la mayoría de la gente dedica un año a estudiar todo el temario. También hay quien hace un intensivo de seis meses y le vale. Ten en cuenta tus metas y planifica el estudio y no necesitarás nada más que un poco de suerte.

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